Lala Herrera Feliz de hablar lo que muchos callan

Autores: Anny Lozano Doncel@camiluminare

Algo sobrenatural tuvo que ocurrirle a Lala Herrera, autora del libro Diario para esposas jóvenes y el más reciente e-book 7 maneras creativas de conversar con Dios, para que pasara de pensar en divorciarse, a testificar públicamente en sus redes sociales que, actualmente, cuando no logra ponerse de acuerdo con su esposo en algo importante, luego de hablar calmadamente, simplemente se lo entregan a Dios en oración y esperan a que Él responda. Por si fuera poco, ella detalla que después de la oración se honran uno al otro, comparten la Santa Cena, se besan y hasta escogen una buena película para ver juntos ¿Es eso posible?

Lala reparte su vida entre la cabina de radio y la vida de hogar con su esposo Samo Arana, con quien comparte la pasión por los viajes en moto, las caminatas a lugares naturales y las buenas series. Además, juntos han creado el blog #Sé1mensaje en el que se puede encontrar desde recursos audiovisuales como conferencias, podcast y videos, hasta prendas de ropa con mensajes bíblicos. Todo con el fin de promover el mensaje que salvó su matrimonio y convirtió su hogar en Un Pedacito de Cielo. 

Es difícil no encontrar sonriendo a Lala, incluso cuando en sus redes sociales habla de  temas difíciles como la infidelidad o los ataques de ansiedad, siempre sazona sus consejos con palabras de esperanza y una que otra sonrisa de solidaridad. Confiesa a quienes la siguen que cuando Dios le pone una idea en la cabeza no puede evitar trabajar con toda para lograrlo, incluso si deben levantarse más temprano de lo que desearía. Sin embargo, no toda su vida ha estado tan llena de sonrisas o de pétalos de rosa como la portada de su primer libro.

Tiempo atrás descubrió, en medio de un grave problema de salud, que tener un corazón joven no es cuestión de edad cronológica, sino de madurez espiritual y de estar dispuesto a humillarse y aprender del que sabe más que nadie: Dios. Es por eso que su libro no es solo para mujeres veinteañeras que sueñan con el príncipe azul o que están buscando su vestido de matrimonio, sino para todas las mujeres (y hombres) que están dispuestos a desaprender todo lo que saben y hacerse jóvenes, como niños, para asimilar las sencillas verdades de Dios, que pueden salvar a sus hogares del dolor del divorcio, tal como le pasó a Lala, que ahora defiende el amor con todos los recursos de comunicación digital que le vengan a la mano. 

Descubre más de esta colombiana radicada en Atlanta, Estados Unidos, en la siguiente entrevista.

¿Cuál es la frase que más te gusta de todo lo que escribiste en Diario para esposas jóvenes?

La frase que dice: No hay razón para creer que un mal matrimonio no tiene solución o que un buen matrimonio no puede estar mejor. Creo que esa frase da esperanza, para aquellos que sienten que tienen un mal matrimonio y también para aquellos que tienen un buen matrimonio y quieren darse la oportunidad para vivir cosas aún más bonitas. Así como nosotros tenemos la oportunidad de crecer en el amor de Dios, ese amor expresado en nosotros nos lleva a tener más intimidad, más gozo, mejor conectividad con nuestra pareja.

¿Cuál es tu experiencia personal detrás del libro?

Diario para Esposas Jóvenes comenzó como un blog en Instagram, que llevaba el mismo nombre del libro. Lo hice porque siempre he tenido diarios. Decidí crearlo inicialmente en mis redes sociales, pero me di cuenta que no era el espacio adecuado. Así que creé un blog, en donde fui contando enseñanzas que Dios me daba sobre las cosas que iba viviendo. Fue impresionante porque cuando yo empecé a publicar, la cuenta creció muy rápido y sin publicidad. Las personas decían:“Lo que tu cuentas me pasa a mí, me siento identificada”. Ahí descubrí que en sí todos los problemas matrimoniales o todas las historias de amor son muy similares, pero a veces al no compartirlas, o al no abrir nuestro corazón, creemos que somos los únicos que experimentamos eso. Después de un tiempo me contactaron para hacer el libro y fue muy bonito porque traté de recolectar muchas de las historias que estaban allí en mi blog, muchos de los testimonios que ya había recibido. Cuando decidí ponerme a escribir el libro, me dieron un diagnóstico de salud muy delicado. Fui al médico y prácticamente mi cuerpo estaba en un desorden muy fuerte. El médico me dijo: “Yo no entiendo cómo es que usted está de pie, porque usted en la sangre no tiene sangre, tiene agua”. 

En sí escribir el libro fue un milagro. Cuando tuve que entregar el manuscrito tuve poco tiempo para cerrarlo, ya que no podía escribir del dolor, las manos se me entumecían y me costaba mucho teclear. El Señor me levantaba como a las tres de la mañana a terminarlo, a construirlo. Finalmente, lo termine de escribir por la gracia de Dios y su poder en mí, porque humanamente no hubiera podido ni siquiera escribir con el dolor que tenía.

¿Cuál pudo ser el origen de esa enfermedad? 

Los médicos no dan razón alguna. De hecho, todavía los médicos ni siquiera saben qué diagnóstico es, pero lo lindo es que independientemente de lo grande o lo pequeño que pueda sonar ese diagnóstico para ellos, yo no he vivido lo que los médicos plantean, si no yo he vivido lo que la Palabra de Dios dice. Yo creo que en algún momento van a retirar ese diagnóstico, pues lo que a mi me sostiene no es solo la medicina natural, que es parte del proceso, sino la medicina del cielo. Generalmente los escritores cuando hacen libros, tienen algún tipo de retaliación. Soy consciente de la cantidad de testimonios y vidas transformadas que venían a través de un libro que expusiera abiertamente la necesidad de Jesús en un hogar. Pero lo mejor es que más grande que cualquier diagnóstico es el poder de Dios. 

¿Alguna parte del libro fue complicada de escribir por algún factor emocional o difícil de contar cuando lo estabas haciendo? 

Hubo un momento donde había un área que no había sido completamente pulida antes de entregar el manuscrito, así que nos sentamos con Samuel y él me dijo: “Yo siento que en esta área todavía no se ha trabajado completamente”. Para mí eso fue durísimo, porque yo no quería escribir algo que no fuera completamente contundente con lo que yo vivía. Pero pues fui al Señor y le dije: “Señor, necesito que solucionemos esta área”. Entonces Él me guió para hacer un proceso que fue  muy bonito, un proceso de restauración familiar, específicamente con nuestros padres. Apenas ese proceso se cerró, ahí logré entregar el libro. Entonces, no es que haya sido difícil escribir una parte específica, sino que lo más importante para mí era que todo el libro fuera contundente con lo que nosotros vivíamos en casa. Mi llamado más importante no eran las multitudes, sino mi esposo, yo tenía que ser un evangelio para él. La parte más valiosa para mí, no era convencer al mundo entero sino a mi esposo, que él dijera:“Sí, este es nuestro testimonio. Esto es lo que tú hiciste, esto es lo que Dios ha hecho en nosotros”. 

¿Quién debería leer el libro y por qué vale la pena hacerlo? 

Creo que toda mujer con un corazón manso, humilde, disponible, dispuesto para aprender de Dios en el área del matrimonio. Pero específicamente mujeres antes de casarse y chicas recién casadas, pues los primeros cinco años es donde hay más conflictos y generalmente a uno no lo preparan para eso. 

¿Qué esperas que este libro genere en las mujeres?

Principalmente esperanza, que puedan cambiar el concepto cultural del matrimonio. Nosotros estamos acostumbrados a mirar nuestro alrededor con el lente cultural. Entonces creemos que la sujeción es un término cultural y las palabras matrimonio, esposo, relación, incluso amor, las sujetamos a lo que nos enseñaron nuestros papás, la escuela, los medios de comunicación, las películas y demás. Pero en realidad Dios tiene un concepto muy diferente para todas esas áreas. El amor de Dios es algo mucho más grande que el amor que se ve en las películas. Quisiera realmente que las mujeres aprendan a cambiar esas ideas que nos enseñan en el mundo, para tener una mentalidad de reino y experimentar un matrimonio del Cielo.

 

Lala Herrera destaca que la vida en pareja puede ser difícil o una bendición o tener algo de ambas partes. Lo primordial es vivir bajo la Palabra de Dios la cual nos guía a tomar las mejores decisiones, pues contiene un mensaje vigente, aplicable y verdadero que trae paz y equilibrio a la relación.

Referencias:

¿Esposa joven o mula vieja? Cultivando un corazón enseñable

¿Cómo? Matrimonio joven y feliz